X


[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.Me sent�a dolido yavergonzado, y no sabia qu� decir.Pero Hank a�n no hab�a terminado.Apoyó el peso de su cuerpo enun codo y, esbozando una siniestra sonrisa, a�adió: Estamos solamente un pel�n por encima de los espaldas mojadas, �verdad, chico? Simplestemporeros, eso somos para vosotros.Una pobre caterva de palurdos que beben alcohol de fabricacióncasera y se casan con sus hermanas, �no es as�?Hizo una pausa de una d�cima de segundo como si de veras esperara que yo contestase.Estuve tentadode echar a correr, pero en lugar de ello me mir� las botas.Es probable que el resto de los Spruill secompadeciera de m�, pero ninguno de ellos acudió en mi ayuda. Tenemos una casa m�s bonita que la vuestra, chaval.�Lo crees? Mucho m�s bonita. Ya basta, Hank  dijo la se�ora Spruill. Es m�s grande  prosiguió �l , tiene un porche delantero muy largo y un techado de hojalata sinparches de alquitr�n, �y sabes qu� m�s tiene? No te lo vas a creer, chico, pero nuestra casa est�pintada.De blanco.�Has visto pintura alguna vez, chico?Al o�rlo, Bo y Dale, los dos adolescentes que casi nunca emit�an el menor sonido, empezaron a re�r envoz baja, como si quisieran seguirle la corriente a Hank sin ofender a la se�ora Spruill. M�ndale que se calle, mam�  pidió Tally, y por un segundo dej� de sentirme humillado.Mir� a Trot y, para mi asombro, vi que ten�a los ojos muy abiertos, como si estuviese asimilando aquelpeque�o enfrentamiento unilateral.Al parecer, se lo estaba pasando en grande.Hank miró a Bo y a Dale con una est�pida sonrisa en los labios y entonces �stos rieron m�s fuerte.Depronto hasta la se�ora Spruill parec�a divertida.Quiz�s a Hank lo hubieran llamado palurdodemasiadas veces. �Por qu� no pint�is vuestras casas, cabrones?  tronó Hank dirigi�ndose a m�.Al o�r la palabra �cabrones�, Bo y Dale se echaron a re�r abiertamente.Hank soltó una sonoracarcajada ante su propio chiste.Todos estaban casi a punto de darse palmadas en las rodillas de puroregocijo, cuando, de repente, Trot gritó con toda la fuerza de sus pulmones: �Basta, Hank!Las palabras estaban ligeramente mal articuladas, por lo que el nombre de �Hank� sonó como �An�,pero aun as� todos lo entendieron con claridad.Dieron un respingo y la bromita terminó de golpe.Todos se volvieron hacia Trot, que miraba a Hank con expresión de furia.Yo estaba al borde de las l�grimas, por lo que di media vuelta y ech� a correr, pasando por delante delremolque en dirección al camino que bordeaba el campo hasta ponerme a salvo, lejos de su vista.Entonces me introduje en el algodonal y esper� el sonido de voces amigas.Me sent� en el ardientesuelo rodeado de tallos de m�s de un metro de altura y llor�, a pesar de que aborrec�a hacerlo.Los remolques de las granjas m�s importantes ten�an hules para cubrir el algodón y evitar que �stevolara cuando lo llevaban a la desmotadora.Nuestro viejo hule estaba firmemente sujeto, protegiendoel fruto de nuestro esfuerzo, incluidos los cuarenta y cinco kilos que yo hab�a recolectado en eltranscurso de los dos d�as anteriores.Ning�n Chandler hab�a llevado jam�s una carga a la desmotadoracon las c�psulas volando como si fueran copos de nieve, pues no quer�an ensuciar la carretera.Peromucha gente lo hac�a, y durante una parte de la temporada de la recolección las malas hierbas y lascunetas de la carretera 135 se iban cubriendo lentamente de blanco mientras los agricultores sedirig�an a toda prisa con su cosecha a la desmotadora.El remolque cargado de algodón parec�a un gigante al lado de nuestro camión, por lo que Pappycondujo a menos de treinta kilómetros por hora en su marcha a la ciudad.�bamos en silencio,digiriendo la comida.Yo pensaba en Hank y no sabia qu� hacer al respecto.Estoy seguro de que aPappy le preocupaba el tiempo.Si le contaba lo de Hank, sabia perfectamente lo que ocurrir�a.Me obligar�a a acompa�arlo a ver a losSpruill, y all�, en el patio delantero, se producir�a un desagradable enfrentamiento [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • lo2chrzanow.htw.pl
  • Drogi użytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam się na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu dopasowania treści do moich potrzeb. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

     Tak, zgadzam się na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerów w celu personalizowania wyświetlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treści marketingowych. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.